Tribute to Donna Summer

Sí, por supuesto, tíos, todos fuimos muy punks y muy modernos, newromantics o nuevaoleros, rockers o mods, pero, reconozcámoslo, antes de todo eso, antes incluso de que los Beatles y los Stones, los Who o Led Zeppelin tomaran los estantes y las paredes de nuestras habitaciones, nuestros púberes oídos se habían educado al compás de aquella fiebre infernal que asolaba las boîtes o discos de la época, y que había hecho presa de los esqueletos de nuestros hermanos mayores. Reiterativos ritmos de inspiración funky y latina; rotundas líneas de bajo; teclados, cuerda, metales y coros, arropando a cantantes de largo registro vocal -incluido el temible falsete- curtidos en el soul. Y mientras, los grandes del show-biz dejaban el sonido de sus guitarras a merced de la sección rítmica -hasta los Rolling Stones, Paul McCartney o Rod Stewart rindieron su homenaje-, incapaces de caer en la cuenta de que su tiempo había finalizado, y que cuando el rock volviera a lo más alto de las listas, ya sería de la mano de nuevas bandas como Police o U2.

De aquel caliente vendaval disco nos quedan los nombres que todos tenemos en mente: la banda sonora de Saturday Night Fever, con los temas de Bee Gees o el increíble "Disco Inferno", Gloria Gaynor, The Jackson 5, Barry White, Earth, Wind & Fire, incluso Village People, y por supuesto, la inolvidable LaDonna Adrian Gaines, más conocida como Donna Summer, la misma que ayer nos dejó en medio de un encomiable y escrupuloso silencio.

Vaya en su homenaje (ya que hoy es sábado y esto es ALGO MÁS QUE RUIDO y su duodécima entrada) el vídeo del celebérrimo "Hot Staff" (sí, el de la escena de la cola del paro de Full Monty), que hoy os traemos. Se trata, sin duda, de un documento excepcional, que no sólo captura en todo su esplendor la frescura de aquel movimiento, sino también la descarnada pasión que supo imprimir al tema una mujer de bandera -en todos los sentidos imaginables-, y que, al menos en aquella canción, asaltada por la soledad de la noche, guarda fuerzas para emitir su retador deseo a cualquier salvaje "hot stuff baby" de sangre caliente, solidariamente solitario y dispuesto como ella a incendiar las sombras de la oscuridad.