martes, 15 de mayo de 2012

Atlético psicotrópico



Parece que las aguas vuelven definitivamente a su cauce y a partir de mañana nos podremos congratular de la vuelta al trabajo a pleno pulmón del Manco, una vez de bajada de uno de los episodios epentésicos más impresionantes que haya conocido la historia de los psicotrópicos y demás sustancias euforizantes. Y no será que el Atleti (y Falcao en concreto), verdadero causante de su estado, no hiciera todo lo posible para que permaneciera en él. Pero la no consecución, finalmente, de una plaza en Champions ha obrado el milagro de bajar de la nube a nuestro ilustre colega. Que sea para bien.

Uno de los momentos culminantes de la epéntesis fue cuando a la mala víbora que en el fondo es Rambó se le ocurrió espetarle el tan manido: "Y tú, Manco, ¿por qué eres del Atleti?". El Manco, ya fuera por efecto de la Europa League, de las cervezas y güisquis trincados en honor a la hazaña, o de la compulsiva escucha de Glutamato Ye-yé, lejos de articular palabra, soltó por toda respuesta una imagen mental -la que preside esta entrada-, que si bien en un principio resultó enigmática para nosotros, pronto se convirtió en un acicate para poner a prueba una vez más nuestras dotes investigadoras. Así, rebuscando en las webotecas, fuimos reconstruyendo el rompecabezas de lo que, un maldito San Isidro de 1974 -hace hoy exactamente 38 años-, fue la alineación que presentó el Atleti en el infausto Heysel de Bruselas en su primer (y hasta ahora único) asalto a la Copa de Campeones de Europa (el antecedente de la actual Champions League).

O al menos, eso fue lo que creímos en un primer momento, pues a ese lince de la videncia que también es Rambó -"yo, de vosotros, antes lo comprobaría en colchonero.com"-, no se le pudo escapar que a los Reina, Melo, Capón, Adelardo, Eusebio, Heredia, Gárate, Luis Aragonés y Salcedo de la foto, les sobraban Becerra y Alberto, y les faltaban Irureta y Ufarte, o lo que es lo mismo, que el νηπενθές le había jugado alguna mala pasada a nuestro colega, y la alineación de la imagen correspondía a la que en el posterior partido de desempate del día 17 sería vapuleada por el súper Bayern de los Beckenbauer, Müller, Hoeness, Maier, Merkel (¡hay que ver, qué obsesión!) y aquel infame de nombre impronunciable.

¿Qué consuelo le puede quedar a un colchonero de aquella miserable noche en que los dedos creyeron tocar la gloria y que finalmente alumbró, por todo resultado, el fantasma del Pupas? "De momento, ninguno" -contesta El Manco-, "aunque ayuda comprobar que Hoeness, hoy mánager general del Bayern, ha reconocido recientemente que de las tres Copas de Europa seguidas conseguidas por aquellos intratables bávaros, la primera, la que disputaron con nosotros, fue la más complicada. Y más ayudará (lo siento, Niño, por tu Chelsea, pero espero que sabrás comprenderlo) devolverles la pelota en la Supercopa el próximo 31 de agosto, a ser posible, de chut a la desesperada en el último minuto de la prórroga".

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