Wert, Wert, Wert, oh, Wert!

Si es que no nos dejáis tranquilos, nuestros bien amados Gespensters. Llega la noche de un cansado día, en el que has trabajado como un perro, te sientas tranquilamente a cenar frente al ordenador, repasas la prensa deportiva -mucho más saludable que la generalista en estos tiempos que corren-, sientes una leve pero creciente comezón, abres una nueva ventana, tecleas tu periódico favorito, evitas las páginas de política nacional, y te cuelas no sin algún temor por cultura, y allí está, agazapado y dispuesto al acecho, una vez más, nuestro Gespest de moda: Nacho-macho Wert. Y claro, bastan tres noticias para hacer una entrada.

Atiendan, atiendan a las primeras palabras, con las que Wert daba su particular pistoletazo de salida al Día Mundial del Libro. A este bloguerro hoy de guardia, que no pierde la esperanza de dotar algún día a esta bitácora de verdadero empaque literario, le han emocionado hasta la lágrima:

"Leer nos ayuda a desarrollar nuestra personalidad, nos enseña a pensar y a ser más críticos: leer nos hace más libres". Palabra de Wert. Te alabamos, Wert. 

Comprenderán mi emoción. Sólo le ha faltado escribir la palabra lucidez. Si parecía el mismísimo Federico Luppi en Lugares comunes, pero en formato carta. ¡Qué bárbaro! Tres hurras por Wert. Me lo imagino relamiéndose por tan hermosas, radiantes y bienintencionadas palabras, luciendo esa enorme cara de satisfacción que solo él es capaz de componer con tanta desenvoltura.

Claro que igual Wert se ha hecho un pequeño lío y donde ustedes y yo (y la prensa) hemos leído "críticos", igual debe entenderse "cínicos". Es decir, el ministro ha sido víctima de un lapsus linguae. Y, créanme, parece la opción más verosímil, si atendemos a este otro texto, enviado a las organizaciones de estudiantes convocadas al sarao-mojiganga en el que piensa explicarles como les va a limpiar la cartera delante de sus narices:

"Es un placer convocarte el próximo martes, 24 de abril, a una reunión que tendrá lugar en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en la que el ministro José Ignacio Wert explicará, a distintos representantes de estudiantes, las diferentes reformas y adaptaciones presupuestarias [ojo, ahí va el eufemismo de "recortes"] que estamos llevando a cabo desde este departamento ministerial con el objeto de superar la crisis y mejorar las perspectivas de nuestro país, tratando al mismo tiempo de garantizar la calidad y la eficiencia de los servicios que reciben los ciudadanos". 

¡Guau, Wert!, con este no solo te habrás relamido sino que habrás babeado como un perrillo ante una croqueta.

Pero bueno, como no hay dos sin tres, ahí va el siguiente titular, extraído de Público: "Wert aprobará un plan de fomento de los toros como 'hecho cultural'."

Mira, Wert, para que veas que en esta bitácora no sólo no te guardamos inquina sino que estamos contigo, ministro, y siempre dispuestos a echarte una mano. Se nos ocurre que, para acabar de fomentar la afición del arte de Cúchares, propongas la inclusión de los toros dentro del currículum del programa del nuevo bachillerato. Incluso, como muestra de nuestra adhesión incondicional te proponemos un nombre, como diría el Manco, "músico, peregrino y significativo":  "Educación para la tauromaquia". ¡Ay, ministro, no te pillará a ti un toro!