Lentejas, manzanas, ¿quién sabe qué será mañana? Lo cierto es que después de este arreón culinario que nos ha dado estos últimos días en la bitácora, qué mejor homenaje (o tal vez colofón) que una poética antipoética relacionada con el ámbito alimentario, como este "Poemas, patatas", de nuestra admirada Sylvia Plath:
La palabra, definiendo, amordaza; el verso trazado
Destierra a sus iguales más vaporosos, y medra, asesino,
En organizaciones que los versos imaginados
Tan solo pueden rondar como fantasmas. Recios como
[las patatas,
Como las piedras, sin conciencia, la palabra y el verso se resisten,
Ceden bien poco. No es que sean burdos (aunque
Con frecuencia luego haya que modificarlos
Por delicadeza o equilibrio) sino que continuamente
Me dan menos de lo que deben: por una razón
O por otra, continúan decepcionándome.
Antipoética, antipictórica, la patata, en cambio,
Apiña sus nudosos marrones en una página
Inmensamente superior; y también la piedra roma.
(Traducción de Xoán Abeleira)
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