sábado, 14 de julio de 2012

"Habrá contundencia contra los violentos que intenten convertir Madrid en Atenas"

¿Atenas, Cifuentes? ¿Seguro que no estabas pensando en la Roma de Nerón, o en Troya? Porque no se me ocurre nadie más violento, radical, antisistema o directamente incendiario que ese barbado que tenéis por presidente de vuestra banda, junto a los aplausos que cosechara mientras anunciaba el despiadado hachazo que empobrecerá más si cabe a la ya exhausta ciudadanía de este país.

Por cierto, viendo el imaginario fuego arder entre la bancada gaviota, y oyendo los gritos de "¡a la guerra!", "¡dinamita, oé!" o "nuestros recortes serán con guillotina" de ayer tarde, por parte de los concentrados frente a la sede pepera de Génova, en Madrid (luego coreados a lo largo de toda la noche hasta Sol)-, nos viene a la cabeza que en tal jornada como esta, pero hace 223 años, temblaron por primera vez y para siempre los cimientos del absolutismo. Cuesta de creer hoy, en que esta apanda de fascistas neocon abyectos y lenguaraces (¿"qué se jodan" los parados, Andreíta Fabra, pedorra?) hacen y deshacen a su antojo con la mezquina excusa de una representación largamente traicionada, pero la Toma de la Bastilla no sólo supuso un importante hito en la historia de las libertades individuales y colectivas, sino que sigue siendo un verdadero faro para todos aquellos que buscan día a día transformar este mundo en un lugar mucho más justo. Así, por ejemplo, quienes, como esa valiente funcionaria de 59 años, esta pasada noche han vuelto a ser golpeados, arrastrados, humillados por esa carroña de guardia pretoriana a tu cargo, Cifuentes, mientras tú, provocadora, seguramente buscando el "martirio" fácil en forma de hostia hábilmente registrada para las portadas de hoy, te dabas un garbeo entre los manifestantes, sin finalmente lograr tu objetivo. Quo vadis, Cifuentes?

P.D.: Por lo demás, no recordábamos en la redacción un día con un contraste tan pronunciado entre la luminosidad exterior y la negrura emocional campando por nuestro ánimo. Así, recibíamos noticias del Manco, que ha vuelto a Barcelona, dispuesto, si no a finalizar su novela, sí al menos de curarse del salvaje catarro que arrastra desde esta semana. Pesimista, obsesivo e hipocondríaco juanramoniano, anda algo mohíño no sólo por lo debilitado que se siente, sino por la absurda pregunta que, al auscultarle, le hiciera el médico de guardia acerca de los cigarrillos que fumaba al día: el Manco, va para dos lustros, que dejó el hábito (el de fumar, se entiende).

Y mientras el Manco lidiaba con sus fantasmas, Dosto se aislaba de los suyos propios pasando la tarde con sus dos nenas en la biblioteca (persiguiéndolas por ella sería una opción más apropiada). Se le ve también algo más agitado de lo habitual. No es normal, en alguien tan juicioso como él, que se emperre en enseñar a leer a una criatura que no hace tres meses que camina.

Más efervescente se mostraba Rimbaud, al que Nadie ha encomendado el estudio del GIMP como nuevo programa de tratamiento de las imágenes. Aunque algo de eso podéis entrever arriba, las injurias y puñetazos lanzados contra la pantalla del ordenador a los largo de todo el día, no dejan lugar a dudas de lo lejos que se halla nuestro joven carolopolitano de cosechar algún éxito notable.

Tal era el panorama (a S'peare no le hemos vuelto a ver el pelo desde la rajada del registrador) que Nadie, en una de las salidas más provocativas que le recordamos, ha decidido afeitarse la barba dejándose el bigote, para jerigonza de todos y monumental cabreo de Penélope. Dice que lo hace como homenaje a los Beatles del Sgt. Pepper's. Lo cierto es que con su simpático gesto nos ha garantizado un poco de satisfacción en este día con agujeros.

1 comentario:

  1. Nadie, te he dicho muchas cosas, pero esta ya es la última, y va dirigida a tu mismísima línea de flotación, pero es que no me queda otra: con ese bigote me recuerdas al ministro Soria y al $%&¿?!! (léase: Innombrable) Ánsar.

    Pordiosbenditoysusantamadre, aféitatelo yadeyadeyamismo.

    (Penélope)

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