jueves, 12 de julio de 2012

El mudo locuaz (tragicomedia)

Antes que nada, disculpad que estos días hayamos andado un tanto despistados respecto a los diversos acontecimientos de actualidad. Pero es lo que tiene vivir inmerso en una quadrophenia tan desquiciada como la de esta redacción. Así, a la enésima kurda à la Max Estrella que se agarrara Rambó, se vino a unir el intento de suicidio de Dosto en forma de reformas en la vivienda, un catarro estival traicionero que ha dejado totalmente K.O. al Manco, y el cada vez más subrepticio comportamiento de la ladina S'peare, seguramente sabedora (cada vez abrigamos menos dudas de que tiene línea directa con Moncloa) del verdadero alcance de la cuchillada (esto tiene más de catana que de tijera, y más de asesinato que de recorte) que nuestro mudo registrador se preparaba a asestar desde la tribuna del Congreso.

¡Y caray si fue locuaz el Mudo!, quien finalmente ayer (palabra que pensábamos que volvería a esconderse detrás de algún ministro) volvió a la arena después de su exitosa gira códice-futbolera. Incluso, diríamos que fue más suelto de lengua de lo esperado, mareando la perdiz, marcando con sobrio titubeo el tempo del discurso, tiquitaqueando con los nervios, el cabreo y el pánico in crescendo de la oposición, conforme iba desgranando el rosario (tal vez via crucis sería una expresión más idónea) de las nuevas medidas de marras.

Y fijaos si la tragicomedia fue exitosa que hasta el jefe de la oposición (dando un nuevo paso en su cada vez más impúdico autofuneral) la calificó, conciliador él como nadie, de "nuevo debate de investidura", mientras las filas gaviotas aplaudían a rabiar (¿el qué?, ¿nuestro gradual empobrecimiento?) a su barbado líder, hasta hoy émulo de pacotilla de Harpo Marx, y ya desde ayer esperanza blanca del neochurchillismo del siglo XXI (y eso que de inglés, por lo que sabemos, rien de rien). Aunque lo cierto fue que, tal como anotaron algunos medios e incluso algún diputado perspicaz, no debiéramos buscar el verdadero modelo de nuestro registrador entre los asistentes a la cumbre de Yalta, sino mucho más cerca en el tiempo y el espacio, pues no es sino ese otro campeón del recorte a contracor, del "tijeretazo mal que me pese", que responde (cada vez menos) al nombre de José Luis Rodríguez Zapatero.
(FIN DEL PRIMER ACTO)

"Tendrá que hacer lo que no ha querido hacer: gobernar, pero tutelado en un país bajo protectorado"; "le han dicho en Europa que no se le puede dejar solo y que hay que vigilarle para que no exporte su incompetencia". ¿Réplicas del debate de ayer en boca de algún diputado de la oposición? ¡Agua! Palabras del locuaz mudo, dirigidas al de la ceja en mayo de 2010. Lo veis, como la vida es un espejo.


Y seguramente hoy la prensa afín hablará del presidente en términos poco menos que de discurso histórico, destacando el coraje del ex mudo en haberse dejado de una vez de tabúes y eufemismos ("El panorama que he presentado es más bien sombrío", ha llegado a reconocer).

"A ningún presidente del Gobierno le gusta comparecer para anunciar recortes y a mí menos aún"; "Las circunstancias nos han obligado a tomar estas medidas". No, estas no son de Mariano, sino de su émulo leonés avant la lettre. Las de Rajoy, fiel a la thatcheriana dialéctica TINA, son las que siguen: “No son medidas agradables, pero son imprescindibles. [...] Hacemos cosas que no nos gustan, yo el primero, pero no hay más remedio”; "han cambiado las circunstancias y hay que adaptarse a ellas. Son medidas excepcionales para circunstancias excepcionales”. O la patética, de cosecha propia: “Los españoles no podemos elegir si hacer o no sacrificios. No tenemos esa libertad”, luego contrarrestada con el acto de fe imprescindible:  ¿“Servirá de algo tanta estrechez? Mi respuesta es sí, con toda rotundidad, no tengo ninguna duda. No estaría aquí si la tuviera. Al final del sacrificio nos espera la recompensa” (a algunos, bastante antes, Mariano, a juzgar por los aplausos). 
(FIN DEL SEGUNDO ACTO)

Y es que el particular "blood, toil, tears and sweat" del 10 de la Roja (vamos avanzando ya en la tragedia) no dejó títere con cabeza: subida del IVA (o lo que es lo mismo, subir un impuesto que no distingue entre clases sociales y cuya alza frenará todavía más la cada vez más presunta recuperación), y látigo para funcionarios, desempleados, personas con dependencia, liberados sindicales, ferroviarios, hipotecados, fumadores, y ya en lontananza, futuros pensionistas.

¿Socialización del dolor? No lo parece, pues no sólo deja indemnes a toreros, imitadores del hombre araña y actrices porno con ingles brasileñas al límite -seguramente por despiste del pepero recortador-, sino a empresarios (les baja un punto las cotizaciones) y emprendedores, a los que mantiene la bonificación por contratación. Y por supuesto, nada se dijo de presión fiscal adicional alguna a las grandes fortunas, nuevo tratamiento de las SICAV, retorno del impuesto de patrimonio o derogación de la amnistía fiscal. No es de extrañar que la reacción de la Bolsa fuera aún más eufórica que la de la bancada pepera. Así que, Mudo, ¿por qué no nos explicas eso de recortes "justos y equitativos" antes de volver a huir por la gatera?
(FIN DEL TERCER ACTO)

Y ese y no otro es el final de lo que se escenificó comedia, pero no es sino una verdadera tragedia, la de la venta al mejor postor de este país con todos sus ciudadanos dentro, verdaderos conejillos de indias con los que experimentar en los próximos años todo tipo de expolios financieros en forma de recortes, no sólo en los sueldos, la sanidad o la educación, sino especialmente en las libertades y en nuestra propia existencia, nuestras expectativas, ilusiones, sueños, anhelos. Y sí, nos gustó ese titular de Público "Rajoy anuncia el mayor destrozo del Estado del bienestar de la historia", porque nada hay en él de comedia, como también el de El Periódico, con su referencia al golpe al Estado (del bienestar) del invicto registrador pepero.

Golpe de estado que tuvo su happening callejero en la salvaje represión que la guardia pretoriana de esta panda de Calígulas de los derechos de los trabajadores han hecho de la formidable muestra de solidaridad que han sido las manifestaciones conjuntas de los mineros con el pueblo de Madrid. Os íbamos a dejar una imagen de estos "angelitos azules", que esperemos que un día no muy lejano reciban la merecida ración de karma instantáneo (o si lo preferís, de justicia poética) a sus desmanes. Pero nosotros también estamos de recortes. Así que mejor le dedicamos un último pensamiento al pepero barbado. Nuestro querido Harpo se ha pasado la tarde insistiendo en que te quería mostrar el camino de salida a la crisis. Ahí lo tienes, Mariano, acéptalo como nuestra modesta contribución a tu demanda de responsabilidad patria.


P.D.: Nos ha conmovido la "puntada sin hilo" de Arturo González, hoy en Público, al respecto de lo que representan las marchas de los mineros. Ahí os dejamos el enlace: http://blogs.publico.es/arturo-gonzalez/2012/07/10/los-mineros-y-el-horizonte/

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