arte moderno

Merda d'artista, Piero Manzoni

magnetismo, guarismo, cataclismo, espejismo:

ismos sin manifiesto.

barrida de la utopía por una distopía hecha realidad, con el cuerpo todavía embadurnado de firmamento, se arroja sobre el lienzo y lo goza una y otra vez, antes que rendir su desencanto a la corriente del tiempo.

cincel y maza en ristre, con calculada pose intelectual y el angustioso péndulo de las influencias orbitando sobre su cabeza, arranca al aire petrificado un relieve de gritos ahogados, antes de ser bañado y expuesto en formol por la crítica más entusiasta.

biopsia la realidad con la aguja de su infancia, presa de una agitación irascible, haciendo suya la rabia de los cuerpos, rastreando en su arrogancia un resquicio de debilidad o vergüenza, provocando con dentelladas y desgarros la súplica más patética, el temblor más desfibrado. ARTE CANÍBAL, en espera de que algún día ella misma se erija en su obra maestra.

la exquisitez iconoclasta de una reata de esqueletos con flequillo y corbata erecta, enjaezados con esvásticas, rosarios arcoíris y parafernalia del Che, eyaculando sus Vesper Martini -shaken, not stirred- al público enardecido. vanidad de una bohemia sin luces -con sus quince minutos de fama y sus cuarenta monedas de plata-, que ya no ofende a la retina ni interroga al mundo con las ampollas de unos pies heridos de caminos. 

canta a la luna y se levanta el alba. encuadra a Venus y en el revelado aparece un campo de batalla. rasga la tela y aflora una escena costumbrista. en sus manos, el crepúsculo más lírico cede a la abstracción más especulativa. la tarde que una naturaleza muerta resucita en humeante plato de pasta tuco, manda el estro a paseo, descorcha una botella de Chianti y se reafirma en su idea de una ética circense de la existencia.