6.521. La solución del problema de la vida está en la
desaparición de este problema. ¿No es esta la razón de que los hombres que han
llegado a ver claro el sentido de la vida, después de mucho dudar, no sepan
decir en qué consiste este sentido?
6.522. Hay, ciertamente, lo inexpresable, lo que se
muestra a sí mismo; esto es, lo místico.
6.53. El verdadero método de la filosofía sería
propiamente este: no decir nada, sino aquello que se puede decir; o sea, las
proposiciones de la ciencia natural –algo, pues, que no tiene nada que ver con
la filosofía–; y siempre que alguien quisiera decir algo de carácter
metafísico, demostrarle que no ha dado significado a ciertos signos en sus
proposiciones. Este método dejaría descontentos a los demás –pues no tendrían
el sentimiento de que estábamos enseñándoles filosofia–, pero sería el único
estrictamente correcto.
6.54. Mis proposiciones son esclarecedoras de este modo:
que quien me comprende acaba por reconocer que carecen de sentido, siempre que
el que comprenda haya salido a través de ellas fuera de ellas. (Debe, pues, por
así decirlo, tirar la escalera después de haber subido). Debe superar estas
proposiciones; entonces tiene la justa visión del mundo.
7. De lo que no se puede hablar, mejor es callarse.
Ludwig Wittgenstein, Tractatus
logico-philosophicus, Alianza (trad. de L. M. Valdés Villanueva)
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