Lo ven, tal como les decía ayer, como Luces de Bohemia puede ser una verdadera inspiración para los tiempos que corren. Si bien Valle (o mejor dicho, don Filiberto) decía "pan" y no "trabajo", lo cual demuestra la sin par mejora (en la estela de aquella de la nada y las más altas cotas de la miseria de nuestro añorado Groucho) que ha experimentado este país de esperpento en los últimos noventa años. Y, por cierto, ejercicio de agudeza visual, que diría Forges: ¿cuáles de entre los personajes del circo son (fueron) verdaderos humoristas?
Respuesta correcta: los de las fotos en blanco y negro; los que, lamentablemente, ya nos dejaron (y hay que ver lo que se os echa de menos); y, por supuesto, los únicos que fueron capaces de mantener la compostura durante la sesión fotográfica.
No, no: que don Filiberto pidiese pan y no trabajo es más inteligente que al revés. Señala la condición artificial y contra natura del trabajo productivo. Don Filiberto es un adelantado de la lucha por la renta básica. Pedir trabajo a estas alturas, cuando al dinero no le interesa crearlo, es un atraso. Lo que hay que pedir es pan, o ingresos. El trabajo ya me lo inventaré, yo, y no para emplearlo en su productividad.
ResponderEliminar¡Cráneo privilegiado, tatebravida!
ResponderEliminarEmulando a uno de ellos: ¿¿¿¿está el enemigo???? Que se ponga!!
ResponderEliminarPero ellos van y no sólo se ponen, sino que toman la plaza.
Ellos SÍ SON EL ENEMIGO.
(Deberíamos dedicarnos a cavar barricadas en la plaza tomada, aynssss...)
¡Qué vertigo! No han transcurrido cinco años y todos están muertos o desaparecidos de la primera plana... menos Rajoy I el Impávido o el Rey Plasma.
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