malgrat el poc temps, com t'has fet estimar per tothom, voluntari endimoniat! tant, que costa de creure que aquesta sigui la teva darrera nit, que a la manera de les Falles, no hi hagi per a tu alguna mena d'indult del foc. però aquest és el destí -certament paradoxal- de tot dimoni la nit de Sant Anastasi a Badalona.
rabassut i calb, val a dir que mantens els atributs de la nissaga: pell vermella, banyes, cua, ullal i masclet punxegut. et traeixen, si més no, el somriure serè i l'esguard de bon jan regalimant de suor i fang, que ha canviat la forca de tres puntes per la pala, el peto de feina i les botes d'aigua de voluntari a la dana de València. perquè a diferència d'altres diables fatxendes i murris, tu, dimoni malfeiner, que salves vides en comptes d'endur-te ànimes, amb el teu posat ferm i decidit, no només no fas por sinó que ens encoratges a no rendir-nos mai. no és estrany que, embadalit amb els jocs de la quitxalla o avivant espurnes d'infantesa, t'hagis guanyat el cor de tothom.
mirant la gent ramblejant sota les palmeres, prenent la fresca a les terrasses o fent el primer bany de l'any, t'has sentit tan badaloní com per somniar-te rodaire al carrer de Mar o Dalt la Vila, banyista a les termes de Baetulo, verd-i-negre a l'Olímpic o actor d'estrena al Zorrilla, mentre solcaves la costa en un patí de vela o prenies un tornemi ajagut sota un micaquer en la pau d'un badiu. què t'impedeix, aleshores, en una darrera juguesca de la imaginació, posar-te al coll el mocador de les festes i anar a buscar el Mono de l'anís al pont del Petroli per recórrer amb la tusa tots els barris de Llefià a Pomar? si, total, tot ha de cremar... fins i tot qui com tu, en la tèbia nit bressolada per l'onatge, ens recorda que només la unió fa la força, esperonant-nos a no buidar mai de contingut mots com esperança o solidaritat.
a hora baixa, al so de gralles i flabiols, se succeeixen a la plaça de la Vila les tandes de lluïment. després, miquelets, diables, gegants i capgrossos, castellers i dansaires baixen en seguici fins a la Rambla. és tal el brogit de la multitud palplantada davant les vies i, tanmateix, tan pregona la teva solitud quan els borrons -diable soc, diable seré- comencen a recitar els seus versots satírics! la fi de l'Acte sacramental -amb la derrota del senyor de les tenebres enfront de Sant Anastasi- i el ball de l'àliga segellen el teu destí abrusador. un cop detona el tro final del castell de focs, abranda fugissera la flama i l'expectació es torna gemec. espurnes i espetecs sacsegen l'aire mentre s'enfila la fumera. en breus minuts, només seràs esquelet de fusta, vigilat per les mànegues fins a l'impetuós esfondrament entre visques i aplaudiments, cap de turc de tot allò que voldríem cremar sense tenir el coratge per fer-ho.
quan s'esvaeix el teu far de llum, ens dispersem en la foscor, alleugerits sense saber el perquè. tant de bo el teu caliu mantingui viva la flama de la nostra tendresa!
Traducción al castellano:
a pesar del poco tiempo, cuánto te has hecho querer por todos, ¡voluntario endemoniado! tanto, que cuesta creer que esta sea tu última noche, que a la manera de las Fallas, no haya para ti algún tipo de indulto del fuego. pero este es el destino -ciertamente paradójico- de todo demonio la noche de San Anastasio en Badalona.
chaparro y calvo, cabe decir que mantienes los atributos de la estirpe: piel roja, cuernos, cola, colmillo y perilla puntiaguda. te traicionan, al menos, la sonrisa serena y la mirada de bonachón chorreando sudor y fango, que ha cambiado el tridente por la pala, el peto de trabajo y las botas de agua de voluntario en la dana de Valencia. porque a diferencia de otros diablos fanfarrones y pícaros, tú, demonio ineficiente, que salvas vidas en vez de llevarte almas, con tu ademán firme y decidido, no sólo no das miedo sino que nos alientas a no rendirnos nunca. no es extraño que, embobado con los juegos de los niños o avivando chispas de infancia, te hayas ganado el corazón de todos.
mirando a la gente rambleando bajo las palmeras, refrescándose en las terrazas o tomando el primer baño del año, te has sentido tan badalonés como para soñarte paseante en la calle de Mar o Dalt la Vila, bañista en las termas de Baetulo, verdinegro en el Olímpic o actor de estreno en el Zorilla, mientras surcabas la costa en un patín de vela o tomabas un chucho tumbado bajo un níspero en la paz de un patio trasero. ¿qué te impide, entonces, en una última jugada de la imaginación, ponerte en el cuello el pañuelo de las fiestas e ir a buscar al Mono del anís al puente del Petróleo para recorrer con el autobús todos los barrios de Llefià a Pomar? si, total, todo debe quemar... incluso quien como tú, en la tibia noche acunada por el oleaje, nos recuerda que solo la unión hace la fuerza, espoleándonos a no vaciar jamás de contenido palabras como esperanza o solidaridad.
al atardecer, al son de grallas y flabioles, se suceden en la plaza de la Vila las tandas de lucimiento. después, migueletes, diablos, gigantes y cabezudos, castellers y danzantes bajan en séquito hasta la Rambla. ¡es tal el ruido de la multitud plantada ante las vías y, sin embargo, tan profunda tu soledad cuando los borrons -diablo soy, diablo seré- empiezan a recitar sus versos satíricos! el fin del Acto sacramental -con la derrota del señor de las tinieblas frente a San Anastasio- y el baile del águila sellan tu destino ardiente. una vez detona el trueno final del castillo de fuegos artificiales, prende huidiza la llama y la expectación se vuelve gemido. chispas y crepitaciones sacuden el aire mientras sube la humareda. en breves minutos, sólo serás esqueleto de madera, vigilado por las mangueras hasta el impetuoso derrumbe entre vivas y aplausos, cabeza de turco de todo lo que quisiéramos quemar sin tener el coraje de hacerlo.
cuando se desvanece tu faro de luz, nos dispersamos en la oscuridad, aligerados sin saber el porqué. ¡ojalá tus ascuas mantengan viva la llama de nuestra ternura!
Hasta ahora, de Badalona, sólo conocía el Joventut pero me me parece ya conocer que por San Anastasi se celebran una suerte de mini Fallas en las que arde el Diablo. No es una información tan valiosa para mí como esos rincones tan apetecibles de la Costa Brava y del interior de Catalunya que he ido conociendo a través de su blog pero tampoco desdeñable. Un saludo cordial.
ResponderEliminarLa verdad es que Badalona poco tiene que ver con la Costa Brava, a pesar de su pasado como villa de pescadores, como tampoco con Barcelona, a pesar de su cercanía y de compartir un pasado industrial -este más reciente-. Es una ciudad compleja, con todas las problemáticas urbanas actuales -incluida una cada vez más perceptible gentrificación-, pero que conserva un tejido asociativo, especialmente enfocado hacia lo cultural, más que interesante. También, por esas cosas del destino, sin llegar nunca a alquilar o comprar nada, es el tercer lugar donde más tiempo he vivido. Quizá de ahí el tono de la entrada. De todos modos, le adelanto que hace tiempo que me rondan dos o tres textos en la cabeza sobre Palafrugell y Olot. Ahora solo falta que la inspiración se cruce conmigo frente a la mesa de trabajo. Un cordial saludo.
Eliminar