viernes, 26 de julio de 2024

en terra de volcans (versió definitiva)

                   I 

visualitza-ho: 
la vereda, el fang, les arrels. 
el fullam encara humit
de rosada. 
les petjades i la solitud. 
les roderes dels carruatges o
els tossols guanyats per la molsa
                                      i la falguera. 
les legions de roures i faigs
rendides a la tardor.

s'enlaira el sol,
aterra el pressentiment.

fes-ho present. 
            aquest matí a la Fageda...

                 II    

que s'aturin la realitat,
                               el temps,
                                     el desig...

que retorni la bruixa! 
només clarianes, danses,
estels flamejant
sobre l'ombrívol somni
de la gralla.

                III  

estiu a la Fageda. 
el fullatge suspès en l'aire,
alleugerit del brancam,
com fragments alats d'un vell poema. 
l'esperit s'eleva quan hom s'endinsa
en aquest temple de la natura
erigit pel foc i l'aigua. 

avançades als pares, dues nenes s'agafen de la mà
meravellades, confoses, dubtant d'entrar-hi. 
alienes al misteri, tanmateix res no les distreu
de la remor de les fulles, que escolten amb el cor. 
és la crida de la Fageda,
incitant-les a xisclar en silenci
mentre hi juguen a fet i amagar
o aixequen una cabana amb secalls
al cim d'un tossol. 

mentre aprenen el més íntim cant de la llibertat.


EN TIERRA DE VOLCANES
                
                      I

visualízalo:
la vereda, el barro, las raíces.
la hojarasca aún húmeda
de rocío.
las huellas y la soledad.
las rodadas de los carros o
los tossols tomados por el musgo
                                       y el helecho.
las legiones de robles y hayas
rendidas al otoño.

se eleva el sol,
se posa el presentimiento.

hazlo presente.
           esta mañana en la Fageda...

                    II

que se detengan la realidad,
                                    el tiempo,
                                        el deseo...
¡que regrese la bruja!
solo huellas, veredas,
hojas flameando
sobre el sombrío sueño
de la corneja.

                   III

verano en la Fageda.
el follaje suspendido en el aire,
aligerado del ramaje.
como fragmentos alados de un viejo poema.
el espíritu se eleva cuando uno se interna
en este templo de la naturaleza
erigido por el fuego y el agua.

avanzadas a sus padres, dos niñas se cogen de la mano
maravilladas, confundidas, dudando de entrar.
ajenas al misterio, sin embargo, nada las distrae
del rumor de las hojas, que escuchan con el corazón.
es la llamada de la Fageda,
incitándolas a gritar en silencio
mientras juegan al escondite
o levantan una cabaña con ramas secas
en la cima de un tossol.

mientras aprenden el más íntimo canto de la libertad.

4 comentarios:

  1. Otro lugar entrañable presentado con mucha magia. Dan ganas de bucear en su blog y hacerse un itinerario, ya se lo he dicho en alguna ocasión. Y no descarto un día hacerlo. Un saludo cordial.

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    1. Si lo hace, puede que se encuentre con una agradable sorpresa: el silencio, la intimidad, la reflexión, el tiempo rendido y la soledad que no bebe del dolor, sino de la naturaleza. De vuelta estos días por estos parajes me ha sorprendido comprobar que todavía haya sitios en que el difícil equilibrio entre población y turistas o visitantes todavía se mantenga a favor de los primeros. Ojalá siga siempre así. Un cordial saludo.

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  2. Pues lo digo en serio, ¿eh? A principios de julio tuve unos días para irme por ahí con una persona querida pero no se me ocurría dónde. El verano que viene, si las condiciones lo permiten, a lo mejor le pido consejo. Un saludo cordial

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    1. Quedo a su disposición. Un cordial saludo, Gatopando.

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