(Juan Ramón Jiménez)
cuando encendió el ordenador para anotar la circunstancia, cayó la red. un grato espasmo recorrió su cuerpo. ¡volver a anotar sus imaginaciones en papel! ¡dejar que la pluma esparciera su negro sobre blanco con un susurro evocador!
luego, mientras tocaban las 10 en el campanario cercano, salió, tímido, el sol. Π volvió a la galería y levantó la mirada. en un angosto balcón más allá de los patios, la larga figura resacosa de un joven de barba robinsona en sudadera, con un cigarrillo y el móvil entre las manos, parecía dejar en claro que este mundo líquido, estajanovista y tuitero, enfebrecido acaparador de rollos de papel de váter, no se iba a rendir, por suerte, tan fácilmente.
Si al final creamos el Frente Popular Unido en la Paradoja y la Contradicción le reservamos el cargo de Secretario General que le será concedido por aclamación.
ResponderEliminarMe quedo también con el piar de los pájaros. Un tuitero comentaba que las palomas deben estar flipando: ¿dónde coño se han metido todos?, se deben estar preguntando.
Un saludo cordial
¡Uf, no me comprometa, por favor! Llevo toda la vida huyendo de cargos, y ahora que viene el "fin del mundo", ¡como que no!
EliminarEn fin, dadas las circunstancias, le deseo el mejor de los confinamientos posibles, con sus momentos de lectura, música y reflexión, y por supuesto, sin fiebre ni toses. Un cordial saludo.