domingo, 3 de septiembre de 2023

la raíz del odio

¡Mas es mía el Alba de oro!
(Rubén Darío)

los odiaba. fuera por su empaque, las pintas que gastaban o los trabajos que desempeñaban. a pesar de las afinidades, por buenas que fueran las expectativas, más temprano que tarde, la convivencia se volvía insostenible. eran para mí moluscos presuntuosos, guitarras de alma torcida, jacintos fragantes hasta la náusea.

los había calado desde el primer instante. al empollón de la clase y al pardillo en la calle, al mocito de mirada luminosa y borrasca interior; al rebelde sin causa, al anarco sin barricadas, al traficante de camaradería con elogios sin fondos; al rockero amaestrado, al electricista sin chispa, al aturdido Casanova que jamás hizo honor a su apellido.

Ruleta rusa

  • La casa era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían los pasillos, y entonces ella y él dijeron:
                                 …
  • la reina
    sale a la terraza del palacio y una vez más se rinde al armónico conjunto que se abre ante ella. el trémulo…
  • Rosa de Foc
    palabras no dichas, noches jamás vividas, voces ahogadas frente a la orilla, días tiznados para…
  • Lluitant també estem educant / Luchando también estamos educando
    Como diría Sabina, "estaban todos menos tú, todos menos tú", Wert.