(Franz Kafka, Contemplación)
miércoles, 25 de mayo de 2016
La excursión a la montaña
"No lo sé", exclamé casi sin voz, "de verdad que no lo sé. Si no viene nadie es que no viene nadie. No le he hecho nada malo a nadie, nadie me ha hecho nada malo a mí, pero nadie quiere ayudarme. Absolutamente nadie. Aunque tampoco es así. Es sólo que no me ayuda nadie, pero sería hermoso que fuera absolutamente Nadie. Me encantaría -¿por qué no?- hacer una excursión en compañía de absolutamente Nadies. Por supuesto que a la montaña, ¿adónde si no? ¡Cómo se apiñan esos Nadie! ¡Todos esos brazos rígidamente entrelazados! ¡Todos esos pies separados por pasos diminutos! Se entiende que todos vayan de frac. Vamos tan campantes y el viento pasa por los insterticios que dejamos nosotros y nuestras extremidades. ¡Las gargantas se liberan en la montaña! Es un milagro que no cantemos.
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