La bitácora de los que no tienen maldita prisa en regresar al hogar
tras la quinta calada el dilema empezó a mutar entre el bienestar corporal y la perfección interior
¡Ja, ja, ja! Para entonces seguramente, además, estaba escuchando a Bob Marley.
tras la quinta calada el dilema empezó a mutar entre el bienestar corporal y la perfección interior
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja! Para entonces seguramente, además, estaba escuchando a Bob Marley.
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