oniroauto
de repente, en el centro de aquel interminable páramo de silencio ofrecido a la noche, el auto se detiene. tras una rápida inspección, los dos advierten el indicador a cero del depósito de miradas, caricias, besos y demás pruebas de deseo, afecto, asombro o complicidad entre ambos. descienden del auto y, sin mediar despedida ni reproche, comienzan a buscar, cada uno por su lado, la puerta de salida del espejo.
(...Suerte que estaba el contador a cero. Por regla general el contador acostumbra a rebosar de recriminaciones...).
ResponderEliminar(Se trata de un relato de ciencia ficción, verdad, Nadie...?)
Totalmente de acuerdo con usted, solo que el indicador de nivel de recriminaciones, discusiones y gritos lo debieron quemar en alguna de las muchas curvas que, me temo, jalonaron la ruta de este par. Y sí, tiene usted toda la razón, el relato es tan ciencia ficción como la vida misma.
EliminarLo peor es que les va a costar encontrar una estación de repostaje.
ResponderEliminarCordial saludo
Me temo que a estas alturas, lo peor que les podría suceder a estos dos es, precisamente, encontrar una estación de servicio. Nos vemos en su blog.
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