...recompone su vestido, hace mutis inútilmente de las miradas y vuelve a la barra, mascullando entre los sonrientes chicos cuán harta está de la vida, que lo que ella siempre tuvo en la cabeza (¡pobre femme fatale de todo a cien!) era algo muy diferente. cielito lindo juguetea con la lengua con su biquini a la pimienta. y descubre su tatuaje mientras porfía con la boca llena en lo cruda que es la vida ...y lo difícil que es quererla. puso una querella a su marido por malos modos ...y peores tratos. fue muy duro para ella. a pesar del miedo, era su alma, su vida entera.
"hubiese querido llorar. por ti, que me decías que todos necesitamos llorar de vez en cuando. por ti, para que tu recuerdo se perdiera junto al llanto y yo pudiera romper a vivir de una vez por todas."
- nadie tiene derecho a joderte así. las cosas pasan ...y punto, y las justificaciones son siempre cobardes y mezquinas, aunque estén cargadas de buenas intenciones. y esta sonrisa necesita ser tibio rubor de frialdad noche tras noche, para seguir adelante entre los vasos, las botellas, las miradas vacías.
aprender a sobrevivir en la odisea de la última confidencia y el primer café que pugnan con la mañana, en ese vidrioso instante en que la soledad se apropia del extravío del espejo ante la propia máscara, en que la memoria intenta echar las redes en aquellos lejanos días en que no necesitábamos tener mentira alguna a mano para ser derramada...
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