be here now...
y en este día en que cumple medio siglo (cuán líquido, desbocado o desleído puede llegar a ser el tiempo), detiene las manecillas de su prisa pantera en la calma vespertina de una cafetería. y una vez reconfortado por el humeante sorbo inicial, se entrega a doblar su fue, su es y su ojalá en distraído ejercicio de papiroflexia existencial, cuidando de que entre los pliegues no se escurra atisbo alguno de amargura.
ningún pasado que redimir, ningún futuro al que rendir cuentas. tras deshacerse de un solo bocado de la pajarita de sus 50, le da la vuelta al calcetín vital, y se imagina los siguientes 50 con vibrantes alas de páginas en blanco, dejándose escribir para el resto de sus días, transformado en novela tejida con retales de memorias, anhelos y pesares de otros; en poema maldito nacido del sueño de un niño malcriado, o aullido trágico que agriete muros de temor y vergüenza; en dado de tiempo dispersado por el viento; en lluvia -a ser posible, persistente y fina-, bajo la que perplejidad y melancolía se sucedan con parejo percutir licántropo; en susurros, miradas, latidos, que dejen finalmente en suspenso la tentación de su escritura...
Felicidades. Sopla las velas. La oscuridad resultante se volverá visible paulatinamente. Y descubrirás nuevos versos en los retratos que dibujan los desconchados de la pared.
ResponderEliminarMagnífico consejo que pienso poner en práctica, Amador. Un abrazo (de oso, por supuesto).
EliminarEntonces, ¿también usted es Tauro?
ResponderEliminarAnde, haga el favor, no sea extravagante y guárdese un poco de imaginación para los próximos cumpleaños no vaya a echarla en falta.
!Y felicidades!
Saludo cordial
Muchas gracias, y permítame esta vez que no siga su consejo y no me muestre avaro con la imaginación. Y si no viene en un futuro, ¡que me quiten lo bailao!
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