¿de dónde surgía esa obsesión por la escritura? ¿qué esplín fatal, qué fuego, qué ausencia, imperceptible pero profunda, la alimentaban? destellos de otros sábados (el sopor dulzón de la mecedora de la abuela, un ciclo de cine alemán en la filmoteca, la cita a ciegas que acabó en un confesionario o la noche romana que siguió a la visita a la tumba de aquel cuyo nombre fue escrito en el agua) resplandecieron en su mente entornada con una fruición no exenta de vicioso desengaño.
después el tiempo continuó su avance en la herida del domingo con minuciosidad quirúrgica.
Su onirosábado me ha traído a la cabeza la siguiente canción que enlazo con la letra traducida. https://youtu.be/X9tjD0Hie-8
ResponderEliminarCreo que hacen buena pareja.
Un cordial saludo
¡Es genial! Me encantan la canción y su asociación de ideas. No conocía el tema ni al artista, pero es el mejor plagio que jamás me haya salido. :) Un cordial saludo y, una vez más, gracias por su aportación.
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