un latido con sordina
(deambulaba por el muelle para hacer tiempo)
un revuelo de silencios
(odiaba bajar de compras al centro)
un pájaro de alas horadadas
(jamás descolgaba el teléfono en ayunas)
un roble enraizado en el viento
(había jurado dejar el trabajo en el primer cenicero)
un vaso con los siete mares dentro
(nunca se sentaba en la última fila)
un espejo palpitante de recuerdos
(creía que ciertas clases de amor solo aparecían en las películas)
un orzuelo en el ojo de lo nunca visto
(se había pasado la vida plantando a la muerte)
una sonrisa con aliento a despedida...
hasta el último semáforo
-justo sobre la inesperada línea de meta-,
sus pasos fueron una fuente de paradojas y azar
inagotable
!Paradoja o muerte!
ResponderEliminar!Y muy feliz octavo aniversario!:
https://youtu.be/I9H8YS9smY8
¡Paradoja y anarquía! Y gracias por el tema de regalo. Un cordial saludo.
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