fue el jueves pasado cuando finalmente claudicaste bajo el temporal. tus ramas, azotadas sin tregua durante horas por el viento, combadas por el peso del agua, habían mudado en alarma el solaz cotidiano. cuando el zumbido de la guadaña procedió a serrar la mañana de los patios, un batir de alas y memorias se alzó dolorido.
hasta siempre, ciprés,
testigo
-compañero-
de mi infancia y la de mis hijas.
silente inspiración,
espejo y alivio de soledades
sin enmienda.
Tuve un árbol
ResponderEliminarEn las colinas del sueño donde mi niñez yace
Y allí iba en los anchos y largos días
Y mi árbol escuchaba todo lo que decía
Y el sol brillaba con ganas y el cielo sonreía...
https://youtu.be/QUhG4rZmfH0
Hacía tiempo que no oía hablar de la increíble banda de cuerda. Tampoco conocía la canción. No quiero ponerme sentimental en exceso, pero se trata justo de eso que cantan. Gracias por el regalo. Nos vemos en su blog.
EliminarEstimado Nadie:
ResponderEliminarQué tristeza cuando leí esta última entrada... lo siento enormemente, de veras. Me duele tanto como a ti, o a las nenas.
Os envío el mayor de los abrazos.
La verdad es que ha dejado un hueco físico y emocional imposible de cubrir. Gracias por su comentario, estimada M.T.
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