Taula navegable, de Jaume Roure |
quan la penombra
-potser prenyada de temps-vessa el seu oliós mar
de cobalt
sobre la taula,
i arrossega
la memòria de tasses,
gotims, mapes,
vaixells de paper...
quan els llibres,
bojos nus brandant
les seves fulles al vent,
ofrenen al buit
la funerària urna
dels seus enigmes.
només la música sobreviurà a la foscor.
(trad. cast.: Mesa navegable: cuando la penumbra /
-quizá preñada de tiempo- / derrama su oleoso mar /
de cobalto / sobre la mesa, / y arrastra consigo /
la memoria de tazas, / racimos, mapas, / barcos de papel... //
cuando los libros, / locos desnudos blandiendo /
sus hojas al viento, / ofrendan al vacío /
la funeraria urna / de sus enigmas. //
solo la música sobrevivirá a la oscuridad.)
la funeraria urna / de sus enigmas. //
solo la música sobrevivirá a la oscuridad.)
Debo haber estado preparándome para ese momento. La música, siempre que puedo, la escucho con los ojos cerrados.
ResponderEliminarCordial saludo
La frase final, que tiene mucho de la lectura que estoy haciendo estos días de Vladimir Holan, me la inspiró un artículo en el que se hablaba de la música como último reducto de la memoria en los pacientes de Alzheimer. Un cordial saludo.
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