UN AMOR ETERNO
(y dos tercios de relación efímera) más tarde,
tuerce por el recodo
que queda a su izquierda
y, tras trepar la abrupta pared
que sale a su paso,
logra finalmente abandonar
el pozo.
paradójicamente,
sigue sin atisbar
luz alguna.
Siempre hay luz al final, Nadie. Créame. Siempre. Sólo hay que saber ser un poco paciente.
ResponderEliminarFelicidades por la entrada.
Lo sé. De hecho, una vez finalizado el texto tenia la sensación de haber dejado las circunstancias que lo inspiraron muy atrás. Gracias por tantas cosas, fuente eterna de sombras... e iluminaciones.
Eliminar!Ah! Entonces, ¿es usted el que ha hecho ese ruido hace un momento? ¿Ha tropezado, a lo mejor, o se ha golpeado sin querer? Porque, efectivamente, esto no puede estar más oscuro.
ResponderEliminarCordial saludo
Me temo que la oscuridad que menciona la entrada o de la que habla usted no se solucionan bajando al todo a euro a por un par de velas. Un cordial saludo.
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