miércoles, 18 de enero de 2017

alma de gato

Alma Estela M.-M., Marramiau!
a Alma Estela M.-M. y Anna Maria Villalonga,
espíritus gatunos

en la madrugada de enero, el gato piruetea de cornisa en cornisa retando al vacío con cualquiera de sus siete vidas. la luna enrojece cuando el sueño unido de todos los gatos desmiga el firmamento en cuentos-tesela sobre techumbres, acuarios, arenales.

el gato sacude la cola y se complace deambulando con garras de aire sobre meninas y marinas, bodegones o giocondas. quizá esta noche se sienta felino pérfido de hada oscura, y no buenazo gatuno sin remedio, corazón de rubí que presta oídos al abejaruco.

luego se lame los rasguños en el deseo de desprender de su rostro de papel impreso el titular de alguna guerra o hambruna, de tanto temor e injusticia. pero es la suya una melancolía arcoiris, insuficiente para comprender cuánto dolor colma los costales de la retina humana.

se despereza la aurora y el gato descorcha sus ojos para escarbar semillas de luz en lo oculto. gato radiante, tu hogar es el mundo, el mundo que está en ti mismo, mágico gato. feliz cumpleaños, alma de gato.

4 comentarios:

  1. Excelentes texto e ilustración, Nadie. De lo mejorcito que ha publicado. Mis más extremas felicitaciones.

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    1. Se las transmito en su totalidad a la responsable de la ilustración, verdadera inspiración del texto. Y gracias por su amable comentario.

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  2. Su prosa poética está dando un salto de calidad y resulta cada vez más afilada y certera.

    Tuvimos un gato en casa muchos años. Nos dijeron que era macho pero resultó ser hembra. Para cuando lo descubrimos ya no tenía sentido cambiarle el nombre: Josetxu.

    Un cordial saludo

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    1. Gracias por su comentario, aunque insisto en que esta vez habría que otorgar todo el mérito a la pequeña artista fuente de inspiración de la entrada.

      La verdad es que una de las experiencias más gratificantes de escribir un blog surge de la lectura de los comentarios, especialmente de aquellos que en su descripción de las propias experiencias o sentimientos, parecen contener el embrión -como es el caso de la anécdota que refiere- de lo literario. Un cordial saludo.

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