te sorprende, a esa hora en que oscuridad y claridad se suceden bajo el filo incierto de un parpadeo (y tú, despojado de ti mismo, rebuscas en el ropero de tus personajes, coartadas y sueños en diferido de cada día), el trino absorto, ingrávido, bizarro de un mirlo solitario, elevándose como una revelación entre los adormilados patios interiores.
te inquieta y admira ese canto nunca antes oído en octubre. algo te dice, algo que trae consigo: el anuncio de un otoño a no dudar singular. mas ¿en qué sentido?
¿en el del cambio climático, quizás?
ResponderEliminartake your broken winds and learn to fly...
Cordial saludo
Pues sí, ese seguro. Pero puestos a escoger, mejor elijo lo de "aprender a volar con las alas rotas" del amigo McCartney. O con los "vientos rotos", según su transcripción, errata o lapsus que hubiera hecho las delicias de Freud y de más de un surrealista... Un cordial saludo.
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