martes, 29 de septiembre de 2015
domingo, 27 de septiembre de 2015
viernes, 11 de septiembre de 2015
'round about midnight #2
y aunque maldicen el dolor
de su corazón,
abatido a mordiscos,
sus labios mantienen
el aliento y la turbación
de la lluvia presentida
pero eternamente aplazada.
martes, 8 de septiembre de 2015
'round about midnight #1
entre los pliegues de la pálida luna de otoño
antes del mito y de la memoria
de la serpiente y su saurio
anidan rep
tan copu
lan
cuerpos
que
(sangresaliva sábana-
sima dentellama)
se contraen anudan maduran
revientan como racimos
(violeta ofidia de la vulva)
y el viento se abre paso
con la quietud de un latido
hasta más allá de las avenidas
recogiendo el velo
que pende sobre sus cuerpos inertes
ya solo sombras arriadas
clepsidras abatidas
sobre la arena
antes del mito y de la memoria
de la serpiente y su saurio
anidan rep
tan copu
lan
cuerpos
que
(sangresaliva sábana-
sima dentellama)
se contraen anudan maduran
revientan como racimos
'round about midnight
se levanta el ritual(violeta ofidia de la vulva)
y el viento se abre paso
con la quietud de un latido
hasta más allá de las avenidas
recogiendo el velo
que pende sobre sus cuerpos inertes
ya solo sombras arriadas
clepsidras abatidas
sobre la arena
martes, 1 de septiembre de 2015
¿adiós, verano, adiós?
Imagen cortesía de Penélope. |
paseando por el parque, a primeros de septiembre, el hombre sin vacaciones encuentra en uno de sus extremos, junto al vallado, una silla de madera plegada apoyada contra la hiedra que cuelga del muro. mientras se levanta una brisa vivificante, abre la silla, aceptando lo que toma por invitación a una aleatoria evocación de los veranos pasados o deseados...
…que le devuelve al tiempo en que, con la sola ayuda del atlas escolar, callejeaba por Londres, Nueva York o Pekín, o anclaba su deseo aerostático entre las paredes de Pompeya, Petra o Machu Picchu; el mundo era infinito como el vuelo de un diente de león, a pesar de que se circunscribiera a la latitud y la longitud de un sofá con los muelles salidos; en aquellos años de relojes chapoteando en Mirinda naranja, sus padres se conjuraron para darle cuanto ellos nunca tuvieron. lástima que el sol hiciera las maletas con más frecuencia de la deseable, dejándolos a todos con un palmo de narices.
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