("El undécimo mandamiento
es no dejarse deslumbrar.")
(A. Döblin)
la primera impresión irrumpe entre las nubes: deslumbrante, verde, vasta, pausada Berlín.
aeropuerto de Tegel, frente a la cinta transportadora. ¿qué metódico azar te ha traído hasta aquí? con su salida de la prisión de Tegel, se inicia la odisea macarra de Franz Biberkopf, drückte den Rücken an die rote Mauer und ging nicht. pero tú, ¿qué vienes buscando? tal vez nada. cúmulo de despropósitos, mi vida es un relato con el narrador en fuga. Alexanderplatz -> Reichstag -> Puerta de Brandemburgo -> Checkpoint Charlie: el taxista desgrana complacido los lugares que avivan el fuego de tu imaginación, aquel que encendieran Döblin, Isherwood, Wenders o Bowie: heridas abiertas por el deseo que ojalá cicatricen en Berlín. "Potsdamer Platz, better by night. its blue and red lights. don't miss it". Warum nicht?