eufóricos
por haber hallado un rincón
«auténtico»
en el que asentar su rebeldía,
se dejaban llevar por el aroma, la luz,
el palpitar de las calles,
anhelando sentir como propias
la memoria o la utopía erigidas
por otros.
tardarían todavía algunos vermús
y un par de paseos en bici
en darse de bruces
con la realidad esquela
de lo que ya solo era
escenografía sin alma,
simulacro con ínfulas.
por haber hallado un rincón
«auténtico»
en el que asentar su rebeldía,
se dejaban llevar por el aroma, la luz,
el palpitar de las calles,
anhelando sentir como propias
la memoria o la utopía erigidas
por otros.
tardarían todavía algunos vermús
y un par de paseos en bici
en darse de bruces
con la realidad esquela
de lo que ya solo era
escenografía sin alma,
simulacro con ínfulas.