¡...si supieras cuánto envidio tu silencio, cuando tus labios se embeben de la última luz del atardecer!
cuando, los dos sentados frente a frente (tú, pura mirada extraviada en la luna del autobús), te contemplo, y desarmado de conceptos y teorías, rindo mi percepción a tu capricho, a la espera del momento mágico en que el centro de tu torbellino revele su quietud.
cuando del enigma de tus ojos fluye un océano de primaveras, y con él, tu flamante universo de ciudadelas enanas, nubes traviesas, relojes afables o piratas aliados con el arco iris. entonces sé de lo inútil (¡y vanidoso!) de buscar palabra filosofal alguna que retenga tan asombroso juego.
(ingrávida sobre el horizonte, la pequeña princesa danzarina me interpela con una sonrisa. cuando la abrazo, desliza entre mis dedos las gotas de su silencio...)
Qué hermosa imagen, y qué hermosa entrada, también. De las mejores entre las suyas. Felicidades Nadie.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus amables palabras. Una vez más, doy todo el mérito a las dos pequeñas artistas.
EliminarBueno, concédase al menos un poco por el modo tan logrado con que expresa el misterio. También yo lo siento a menudo pero la pregunta, torpe, que me surge es: ¿Quién eres? (Who are you?) Él, claro, no me entiende y de tantas veces como se la he hecho al volver a lanzársela ya pasa de mí y me manda a freír espárragos. Pero el misterio continúa.
EliminarCordial saludo
Es que menuda pregunta se viene usted a hacer. Con ella daría para hacer un nuevo Spoon River sin salir de la propia personalidad. Gracias por su comentario. Nos vemos en su blog.
Eliminar