lunes, 23 de febrero de 2015

istmo


en aquel interminable instante
frente al blanco oleaje infinito
tuvo la certeza
de que había vivido
demasiado deprisa
para poder
contarlo

3 comentarios:

  1. Como excusa no está mal pero resulta un tanto afilada como para flotar en el mar de contradicciones y mucho me temo que no queda más remedio que zambullirse en él.

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  2. Va a sonar a chiste, pero me dejan ustedes sin palabras. Dos cordiales saludos.

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