Pasmo sempre quando acabo
qualquer coisa. Pasmo e desolo-me.
(F. Pessoa)
leía mucho, sin cesar, pero nunca llegaba al final de relato alguno. a lo sumo, de tarde en tarde remataba algún microcuento, aforismo o poema visual. pero, en general, se mostraba incapaz de cruzar el ecuador de novelas, ensayos o piezas teatrales. su ideal literario era el de un texto infiel a sí mismo, de rumbo azaroso y encarrujado, travieso como la sombra de un vencejo: una instantánea en movimiento.