visionario deslumbrado, sociable hasta la vanidad, antepones la intuición a la inteligencia, la convicción a la verdad. enemigo de las buenas maneras, huyes como de la peste de los malos rollos y de los pusilánimes que no persiguen el éxito.
hábil para defender lo uno y su contrario, poco importan los acuerdos siempre que tuya sea la última palabra. certero en el acoso y derribo del orgullo ajeno, reduces el amor a una transacción pasajera mientras cuentas los segundos para patear el tablero. constantemente en boca de todos, con un nudo de arrogancia te ajustas la máscara de la autoconfianza.
réprobo angelical, cuidas tu presencia con esmero iconoclasta. incapaz de filtrar alguna emoción sincera del viaje auténtico de todos los veranos, tu refugio emana, sin embargo, una claridad y una paz interior de matriz oriental que compensas con creces cuando, asaltado por una insaciable sed de esparcimiento, te confinas en el garage gym o la sala de juegos y TV con sonido envolvente, y iPhone en mano -espejito, espejito mágico-, apuras con avidez la ambrosía de los posts, reels y memes de followers y haters o del chateo diario con la IA.
cuídate de tus deseos, hombre de la nube en las nubes. mi semejante, mi bro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario