domingo, 1 de abril de 2018

cielo sobre mar

Shhh/Peaceful
(Miles Davis)

detienes por un instante la carrera, y mientras intentas recobrar los pedacitos de aliento esparcidos a lo largo del paseo, te abandonas a la desnuda celebración de lo azul ante tus ojos.

cielo sobre mar. como espejismos surgidos de qué punto suelto de la primavera, se entrelazan con la tuya otras miradas: la del músico callejero arrancándose por soleás, la del chaval que cuenta escalones haciéndose trampas, las de un grupo de jóvenes espantando la tarde en un banco, la de la mujer que con cada paso esparce las cenizas de tanto silencio contenido...

¿a cuál de todas seguir para confiarle tu próximo relato? ¿cuál de ellas, una vez frente al ordenador, te revelará las claves de este tiempo achatado y perplejo?

¿quizá la del pescador retirado refugiado en su caña y su perro brincador, o la del policía cómicamente descamisado protegiéndose del repentino viento? ¿la del bohemio robinsoneando en las rocas, o la de la dorada muchacha caracterizada de sirena agitando su cola entre flashes de admiración?

o tal vez la de cuantos día tras día se llegan aquí y contemplan las aguas sin atisbar el horizonte, rendidos a la verdad eterna de lo azul, de la luz y la respiración de este mar, de este cielo sin infancia...

2 comentarios:

  1. Buen reflejo de la tensión entre vida y creación bajo un cielo azul. Ya nos dirá al final por quién/es se decanta.

    Cordial saludo

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    1. Gracias por su comentario. Respecto a lo que comenta, igual al final no me decanto por nadie (y no es chiste reflejo). Decía Wislawa Szymborska que el instrumento más importante para un escritor es la papelera, una frase que en los últimos tiempos me persigue obsesivamente. Un cordial saludo.

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