resiste
que no te dobleguen
aunque sepas que jamás volverás a la vida
aguanta
sin tesón ni confianza
solo por el afán de encajar
un golpe, dos golpes, más golpes
sin olvidar -sin disculpar-
(insomnio interrogante, libro deshojado,
enésimo viaje al espejo reptil de la madrugada)
ni los pasadizos que te abrieron el laberinto
del fuego
ni el carrusel sensorial de las vanidades pasadas
ni los ojos de aquel que
después de venderte su alma
te acabo hurtando las manos
en tu descenso a las sombras...
domingo, 26 de abril de 2015
jueves, 23 de abril de 2015
el final del edén
sábado, 18 de abril de 2015
poética
domingo, 5 de abril de 2015
tuércele el cuello a la botella
"desandar el anochecer a través del doblado espejo de la memoria ... libar tan solo el fantasma de nuestra rendición en caliente ... las luces de la ciudad derraman su plumaje sobre la barra ... trazan con su profundo vuelo ... una senda imaginaria entre el deseo y el sexo, la verdad y el enigma, la ambición o los sueños, la muerte... el poema"
lo peor de volver a casa totalmente ebrio nunca era la borrachera en sí, ni el estúpido empeño en echar un pestillo largo tiempo atrancado, como tampoco la cólera de los vecinos, los golpes y moratones en rodillas y codos mientras rodabas por el suelo en vano intento de despojarte de los pantalones, o ese "anticipo de la agonía" que otros menos leídos, todavía hoy, llamamos "resaca". lo terrible siempre fue, una vez realizada una somera lectura de las notas garabateadas a lo largo de la velada, corroborar por enésima vez que tus dotes como escritor se mantenían a años luz de las del "dipsómano"...
lo peor de volver a casa totalmente ebrio nunca era la borrachera en sí, ni el estúpido empeño en echar un pestillo largo tiempo atrancado, como tampoco la cólera de los vecinos, los golpes y moratones en rodillas y codos mientras rodabas por el suelo en vano intento de despojarte de los pantalones, o ese "anticipo de la agonía" que otros menos leídos, todavía hoy, llamamos "resaca". lo terrible siempre fue, una vez realizada una somera lectura de las notas garabateadas a lo largo de la velada, corroborar por enésima vez que tus dotes como escritor se mantenían a años luz de las del "dipsómano"...