reflejo

Pues si la noche deja algo pendiente,

a terminarlo después llega el día.

(Sófocles, Edipo rey)
Take me to the light.
(Lou Reed's final words)

primero fue el peso de la oscuridad. después la contracción del espacio. luego, el niño sin sol de las noches impares, sacudiéndose la modorra con la lengua de un río. para cuando tu mente consiguió librarse de su propia piel de sábanas empapadas y se sentó frente al ventanal de la propia mirada... ¡qué paz presagiabas, al fin liberado del inagotable laberinto de preguntas subterráneas!

te reconforta sentirla a tu lado, aunque poco pueda hacer ya por ti, más allá de acariciar tu frente o tomar tu mano con tembloroso vigor. cabecea en el sillón, con el diario -o quizá un libro- a punto de caerle de las manos, bregando por no vencerse al sueño. a pesar de la membrana que os ha ido separando conforme la noche extinguía el aire, adivinas su inquietud resignada.

pasajero de un pulso que ya no le pertenece, tu cuerpo se entumece. jirones de soledad y sopor se escurren carne adentro. sin rastro de dolor, te intimidan la imprevista ingravidez física y emocional, el abanico de imágenes que no recuerdas haber vivido: "¿quién eres tú, que deletreas mi nombre pero eres incapaz de recordarlo? ¿vienes a pasar tus dedos por las polvorientas baldas de mi memoria? ¿o solo eres otra ficción, la última hoja caída de este otoño interminable?"

incapaz de sorber otro trago, cansado de acumular despertares, dejas rodar el vaso por el suelo. luego, mientras se desmonta el escenario, te despojas de cuantos disfraces sirvieron a tu juego. no crees haber comprendido nada, pero -inexplicablemente- te aferras con un estallido de color al brazo de la aurora

...presto a dirimirte reflejo desvanecido en la luz.