martes, 2 de octubre de 2018

circular

Toda a realidade olha para mim como um girassol com a cara dela no meio.
(F. Pessoa)

salgo de ti para aventurarme en los vagones del nuevo día. mientras busco asiento sin éxito, se suceden las estaciones, con nombres hoy extrañamente difíciles de discernir. incapaz de concentrarme, devuelvo el informe a la cartera y entorno los párpados para sentir la lluvia golpeando la ventanilla.

un inesperado frenazo desbloquea las gargantas del adormecido pasaje. son solo ronquidos de agua, con los que uno apenas se compromete a aceptar el viaje sin esperar nada del mismo; o tal vez gotas filtradas del silencio, repiqueteando sobre los raíles y las traviesas de las propias cavilaciones. desempaño el vidrio con la manga evitando volver la vista atrás, más por pereza de la luz que por orgullo de las sombras.

una vez en el andén, esperando turno ante el torniquete de salida, apenas me alarmo cuando reparo en que el convoy prosigue su marcha conmigo dentro, y que será ese otro tan cercano a mí (si bien más voluntarioso a la hora de zafarse de los imprevistos) el que sucesivamente hará frente a una reunión a cara de perro, un inoportuno déjà vu en plena presentación de la nueva campañaotro almuerzo correoso y huérfano de charla, la lacónica llamada que le retorne a la angustia impaciente de la unidad de urgencias. quien, finalmente, encuentre un instante en esta noche de martes de frío inhumano para confirmarte que todo ha ido bien y que te echa de menos...

vuelvo a ti cuando declina la madrugada, con la confianza de quien sabe en qué fuente alientan sus palabras. vuelvo a ti, al más acá de tu sonrisa y de tu mirada abisal, a las aéreas, tibias palmas de tus manos. con mi asombro y mi deseo intactos, y la feliz incertidumbre de desconocer si en ti anida la realidad o si también tú formas parte del sueño.

2 comentarios:

  1. Deduzco que es usted un romántico incurable. Qué suerte la suya -o la de su alter ego-, !regresar de la jornada de trabajo con una expectativa, una ilusión!

    Saludo cordial

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  2. Más bien la de uno de mis alter egos. Hoy, en cambio, controla las riendas el misántropo impenitente. Veremos con qué texto me sorprende. Nos vemos en su blog.

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