jueves, 10 de diciembre de 2015

la noche del oropel

aupado en aberrante equilibrio
sobre una burbuja de cava
presta a estallar,
reaparecieron en su mente
los fantoches
de aquella interminable
noche del oropel,
en la que, sucesivamente,
se habían ido ocultando
las ideas,
      las ideologías,
          los programas,
              las siglas y
-oh, pirueta electoral estelar-
los al fin prescindibles
candidatos.

2 comentarios:

  1. Sí, sobre todo interminable, como si el objetivo no declarado consistiera en terminar con todos nosotros.

    Un cordial saludo

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    1. Desde luego, pero paulatinamente y, a ser posible, consumiendo sin freno. Nos vemos en su blog.

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