onirorrapiña
conforme se adentraban en la espesura, surgía ante sus asombradas miradas una miríada de sentidos con sus ineludibles enigmas, paradojas e incertidumbres, que les hizo creerse -quién sabe si vanamente- dueños de un inmenso tesoro de conocimiento, un valioso filón de sensaciones, una inagotable mina de experiencias.
de ahí que no les sorprendiera comprobar, al despertar de su sueño, que al abrigo del silencio y la cómplice oscuridad, gente alevosa y ruin los hubiera despojado de todo, incluso de las paranoias.
Lo mejor de los sueños -al menos de los míos- es que no hay publicidad; ese horrible invento que sólo se le pudo ocurrir a la gente más alevosa y ruin.
ResponderEliminarBonita foto.
Un saludo cordial
Le propongo una cosa. Introduzca publicidad en sus sueños. Sin pasarse, tal vez con 4 o 5 anuncios haya suficiente. Y luego espere. Quien sabe si cuando despierte, tal como les paso a los protagonistas de la entrada, alguna gente alevosa y ruin -y tal vez algo idiota- le han librado de ella para siempre.
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