miércoles, 10 de diciembre de 2014

tortugo

a Alma Estela e Iseo

todavía sorprendido por la brillante exposición de su hija mayor de los conceptos de infinito y número π, replantea la cuestión introduciendo la noción de número tortugo (numerus tartaruchus), el número más lento del que se tiene conocimiento (al menos en tierra firme), tan lento que, al menor descuido, no duda en transformarse en cualquier otra cifra para desesperación de contables y alborozo del matemático poeta. la niña, obviamente, no cree una palabra de cuanto afirma su padre, pero este, adivinando una leve vacilación en aquella, contraataca con los conceptos de número liebre (el antitético puro del número tortugo) y el nunca visto ni oído -pero siempre admirable- número ciervo, el único del que se sabe -junto a algunas versiones del 4- que dispone de cornamenta. no deja de ser sorprendente, dada la surreal perorata, la estupefacción en el rostro del ufano padre a la pregunta de la hija menor: "papá, el número tortugo, ¿puede ser de color verde?".

5 comentarios:

  1. Si no te cree, juráselo por google y ya verás, asunto concluido.

    Cordial saludo

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    1. Sinceramente, no me atrevo. Igual juro en vano y me acaban hinchando a hostias dos esbirros de la CIA. Nos vemos en su blog.

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  2. Oiga, Nadie, ¿no es su hija mayor la que le ha preguntado a su profesora de P5 si existía el número tortugo y la muy tortuga de la maestra le ha dicho que no?

    (Hay que ser zote zote zote...)

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    1. ¿Hija mayor? ¿Quién, yo? ¡Hijos, M.T., hijos! Telémaco y alguno más que me colgó Hesíodo. En cuanto a lo de calificar de zote a una docente, ¡cómo osa!, como si no hubieran recibido bastante estopa con el werticidio. Diga más bien -si no le importa-, qué magnífica oportunidad perdida para una pedagogía diferente.

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    2. Retomando el protagonista de la entrada la conversación con sus hijas esta tarde, ha surgido la posibilidad de nuevos números, tales el número aburrido, el número bostezo, el número dormido o incluso -sin duda, la gran aportación española a la matemática posmoderna- el número siesta. Indefectiblemente, al protagonista le ha venido la imagen de una suma de los diversos desgobiernos de este país. No otro que cualquiera de los anteriores números sería el resultado de dicha operación.

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