domingo, 9 de junio de 2013

El despertar de Nadie

y para ti imaginaré una celda sin barrotes ni grilletes, sin patio ni rostros patibularios, sin blasfemias ni gemidos, sin palabras, silencios ni luz, un recipiente en el que dejar de sentir, en el que sea imposible distinguir entre un motín, un castigo, la gravitación de la soledad o las lágrimas de una madre, en el que nada sepas, recuerdes o niegues, en el que el mundo se demore con cobardía en la hora en que dejaste de saberte latido, una prisión con paredes profundas como días que no pasen ni cedan en su porfía, en la que la lluvia caiga al revés: repiquetea ausente, con turbada invisibilidad, (la lluvia con la que quisieras unirte en la fuga), dejándote marcada su incesante cicatriz de agua...

2 comentarios:

  1. ¿Hay alguien en concreto que te inspire esa celda? O, mejor dicho, ¿te inspira el imaginar a alguien en concreto en su interior?

    Saludos

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    1. La verdad es que el texto es una modificación de otro a su vez mil veces modificado y con algunos años -bastantes- a sus espaldas. Aun así, en alguna de estas versiones -que igual algún día rescato- se reflejaba la alarma que me ha producido la extensión de ciertas "políticas", caracterizadas por la presencia en los aledaños del poder de algunos siniestros espantajos a los que no les tiembla el pulso a la hora de multar, golpear, acusar de terrorismo e incluso meter en prisión, a gente cuyo único delito es la defensa de sus derechos cada vez más prostituidos (para muestra, un botón): http://xn--20aosnoesnada-kkb.blogspot.com.es/2012/04/in-name-of-father.html. Un cordial saludo.

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