Y sí, papá, puede que para saborear bien una victoria, antes haya que haber probado el sabor de la derrota, pero después de catorce años de derrota tras derrota, hoy toca que sea el vecino el que muerda el polvo...
viernes, 17 de mayo de 2013
Campeones
Aquí estamos de vuelta, tras once días de silencio, que no de descanso ni de relax. Y mientras seguimos dándole vueltas a nuestra proverbial pereza, a la caótica desidia que nos ha invadido e incluso el atroz miedo o inseguridad, no tanto frente a la página en blanco como ante la decena de entradas en las que hemos pinchado hueso en lo que llevamos de mes -una mala racha la tiene cualquiera-, permitidnos que en jornada tan señalada como hoy nos entreguemos a uno de nuestros más declarados bajos instintos: el futbolero. Y qué mejor forma de hacerlo que invitándoos a ver Campeones, el excepcional cortometraje dirigido por Antonio Conesa, con guión de Pablo Olivares y el mismo Conesa. Emotividad a flor de piel, diálogo oblicuo entre padre e hijo a través del fútbol y de la enfermedad, y memoria de unos años y una forma de sentir y vivir hoy perdidas en el olvido, hábilmente recreadas por la sobriedad en la actuación y por la eficaz utilización del blanco y negro. Todo ello en esta pequeña obra maestra que mereciera en noviembre de 2000 el premio de mejor corto de los años noventa en el Festival de Cine de Alcalá.
Y sí, papá, puede que para saborear bien una victoria, antes haya que haber probado el sabor de la derrota, pero después de catorce años de derrota tras derrota, hoy toca que sea el vecino el que muerda el polvo...
Y sí, papá, puede que para saborear bien una victoria, antes haya que haber probado el sabor de la derrota, pero después de catorce años de derrota tras derrota, hoy toca que sea el vecino el que muerda el polvo...
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