la quimera aferra, rasga, devora sin piedad. no cree en la vida -maldice la suya propia-. idolatra la muerte, bendice la oscuridad y eleva llamaradas de ingenio que abrasarían el infierno. siempre con titánica consagración a sus víctimas, buscando inmortalizar con cada incisión el gesto más patético, la mirada más cautiva, la genuina expresión del horror más transgresor. POESIA VORAZ, de cromatismo rico y violento, ironía afilada y verbo envenenado ...hasta el día en que ella misma se erija en su obra maestra.
Vaya, esto de conciliar el sueño parece estar convirtiéndose en una actividad de alto riesgo.
ResponderEliminarSaludos.
No, si yo duermo a pierna suelta y de un tirón toda la noche. Es la bestia que llevo dentro, el extraño pasajero, el que no me da tregua. Un cordial saludo.
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