El atelier de Nadie

de dónde proviene tal fuerza?
de qué lluvia, soplo, rencilla?
de qué indómito ayer futuro?

materna insomnio escritorio
el corte ágil de la luz primera
y la frágil huella en la retina...

en dónde hallar tu mediodía?
por dónde buscar ese arcángel
de temblor de trapo?

impenetrable indómita en perpetua dilación
dardo vuelo entre los dedos
que se deslíen
en un baño lento en páginas de silencio
grietas de luz
estancias de un olvido
sin entraña ni articulaciones
odio en todas sus formas de ocio
el ensayo de la completa aniquilación

para qué entonces
estrechar contra tu pecho
el resplandor grana
de la imaginación?

y con las primeras fiebres del atardecer
hora tentacular
un bote surca de naufragios
los mares de la indolencia
en la hora en que el deseo
ya entregado a su fuego
ensimismado
intenta repeler las miradas
en la ecuación del sexo minucioso
del juego de manos
que vierte su apatía
en la necedad interrogante de la fórmula irresoluble...