lunes, 12 de marzo de 2012

Porno policial

Ya hace muchos años, en los albores de Internet, me comentaba cierto tipo de cuyo nombre no vale la pena acordarse, sus conclusiones después de una sesión de demostración del por entonces poco conocido invento. Así, había comprobado que, a la hora de calibrar las posibilidades de la red, tres de cada cuatro asistentes habían optado por acceder a páginas con contenidos para adultos.
Viene esto a cuento por si has llegado a esta entrada pensando en encontrarte un nutrido grupo de machotes al natural blandiendo sus flamantes y relucientes "porras". Lamento decepcionarte, porque nada de eso encontrarás aquí.
Aunque lo cierto es que a la hora de afrontar la presente entrada, he tenido muy presente la afirmación de Michael Palin en el epílogo de The meaning of life, conforme nada mejor que mostrar unos cuantos culos, coños y "porras" para mantener elevada... la audiencia...
...sin ir más lejos, la de esta bitácora. Así que esa y no otra es la explicación a la tramposa utilización de la palabra "porno" en la cabecera, para la que también se barajaron opciones como "Despelote policial" o la seguramente más adecuada de "Mossos al desnudo", pues de este cuerpo policial trata el verdadero asunto, que no es otro que la aparición pública de las comunicaciones internas realizadas durante el "desalojo" de los acampados en la plaza Cataluña de Barcelona durante la primavera pasada (os dejo el enlace abajo).
No voy a hacer excesiva leña de este madero (uy, perdón, ¿en qué estaría yo pensando?). Sinceramente, por más CSI que veo, desconozco qué tipo de vocación tiene que sentir un joven para meterse a policía, y más con los tiempos que corren, en los que la justicia y el orden (¡jopé qué palabros!) parecen estar, finalmente sin tapujos ni medias tintas, al servicio de los de siempre. Y encima, en el caso de los mossos, con la presión añadida del impresentable sátiro cariacontecido que tienen como gerifalte. Pero ante ciertos actos tan cobardes como los que muestran las imágenes y expresiones del tipo “O generem pànic o no els treurem d’aquí”, “Estem disparant pilotes, estem disparant de tot, no podem fer res més, no podem disparar munició real” o el inminente hit repre-policial “Oye, niño, ¿has visto la patada que he pegado allí?”, uno no puede más que dar testimonio de ello y recordar uno de los himnos más dirigidos hacia esta tropa en los últimos tiempos: ¡NIÉGATE, NIÉGATE!

http://www.setmanaridirecta.info/node/7

3 comentarios:

  1. Ya no sé qué me avergüenza más, si la actitud de estos mossos con porra enhiesta, o la de los mandamases que les conminan a elevar y descargar porras, patadas, pelotas de goma y lo que haga falta a diestro y siniestro.

    Y luego todos ellos duermen como angelitos y se miran a sus espejos felices y satisfechos.

    Qué vergüenza.

    Qué asco.

    Pútridas gehennas.

    ResponderEliminar
  2. Pues mira, lo de la "vocación" es mu sencillo: coges a un albañil de poco más (o menos) de 30 que ya no encuentra nada en la construcción y al que el carnet de frigorista le ha servío pa enmarcarlo, lo cueces en la salmuera del paro durante un añico, añades que él nunca va a escuchar las grabaciones, aderezas con unas gotillas de desespero y unos aromas de inopia, y tienes a un conocido cualquiera que en una comida cualquiera en el Vallés va y te saca de tu sopor diciendo que va a mirarse lo de entrar en los mossos. Si ya lo decía Tocqueville: poco comercio y mucha clase baja, grandes ejércitos.

    ResponderEliminar
  3. Iba a añadir -pero ya lo has hecho tú mismo al final de tu párrafo, Tatebravida- que con ese mismo tipo de personal se nutren los ejércitos, todos los ejércitos, hoy día.

    Y duermen todos ellos tan tranquilos, satisfechos del deber cumplido. Muy, muy satisfechos, no me cabe duda alguna.

    Y en fin, así nos va.

    ResponderEliminar