jueves, 25 de enero de 2024

Tamariu

en el centro de la fiebre, los escalofríos, la pesadez, se arremolinan las ideas, como desasidas de la mente, ahora endebles, luego torpes, enredadas, siempre infructuosas en la interpretación de una novela que, de tan previsible, resbala de las manos... y es que hoy -ten cuidado con la ironía, algún día se volverá en tu contra-, impedido para deletrear siquiera el temblor de la espléndida luz que reina sobre patios y galerías, aletea en ti el temor al momento en que la existencia apenas sea agonía, lucha inmisericorde por un día más de dolor; en que agotados afectos, emociones y argucias -supernova espiritual reintegrada al cosmos de la materia-, te des de bruces con la única verdad: la misma que a su vez aguarda al gato que, a escasos metros de tu escuálido dramón, se tiende cuan largo es sobre las tejas de la finca vecina, y en cuyo porte abúlico pero augusto -viva imagen de la pachorra cósmica-, intuyes una lección para la que todavía no estás preparado.