atrapado en el dilema
entre conseguir
un cuerpo perfecto
o alcanzar
el bienestar interior,
descorcha
una nueva botella de vino,
esta vez francés...
sábado, 29 de agosto de 2015
viernes, 28 de agosto de 2015
primero nosotros
domingo, 23 de agosto de 2015
la rutina
abres los ojos, te empapas de claridad y dejas fluir la mirada al compás de los reflejos de la luz sobre el agua clorada. ¿es este el sentido de la existencia? ¿la memoria de un destello sumergiéndose complacido hasta el fondo de lo celeste?
locus amoenus MMXV: piscina bajo los olmos, el trino contrapuntado de las aves y el auxilio intermitente de las nubes y una lata de cerveza 0,0 en una atmósfera amarilla cargada de bronceador. las horas se deslizan suaves y líquidas sobre la tumbona, con el niño zambulléndose una y otra vez en busca de imaginarios peces de colores, y la pequeña enseñando a mami sus primeras brazadas sin manguitos. ¿qué podría arruinar esta plegaria al dolce far niente, este momento de banal eternidad en la misma casa rural de todos los veranos? no el runrún de los otros huéspedes, ávidos de experimentar el catálogo de maravillas naturales y culturales de la zona; tampoco los avatares del deporte o la política nacional; ni tan siquiera -al menos hoy no- los malos ratos pasados que han hecho del último año el peor de tu exitosa carrera profesional.
* * *
locus amoenus MMXV: piscina bajo los olmos, el trino contrapuntado de las aves y el auxilio intermitente de las nubes y una lata de cerveza 0,0 en una atmósfera amarilla cargada de bronceador. las horas se deslizan suaves y líquidas sobre la tumbona, con el niño zambulléndose una y otra vez en busca de imaginarios peces de colores, y la pequeña enseñando a mami sus primeras brazadas sin manguitos. ¿qué podría arruinar esta plegaria al dolce far niente, este momento de banal eternidad en la misma casa rural de todos los veranos? no el runrún de los otros huéspedes, ávidos de experimentar el catálogo de maravillas naturales y culturales de la zona; tampoco los avatares del deporte o la política nacional; ni tan siquiera -al menos hoy no- los malos ratos pasados que han hecho del último año el peor de tu exitosa carrera profesional.
sábado, 15 de agosto de 2015
Las tres íes
Dándole todavía a Nadie vueltas en la cabeza el clarividente resumen de los efectos de la era Thatcher desarrollado por Owen Jones en el segundo capítulo de Chavs, le sedujo la idea de aportar su granito de arena a la creación de un lema síntesis de valores, de segura utilidad en el adiestramiento de futuros cachorros de cualquier partido de naturaleza neocon (y alguno "neolab"), y que no es otro que el de las tres íes: INTERÉS (el suyo, claro), INIQUIDAD E INCOMPETENCIA (el orden de los factores no altera el subproducto). Aplíquese todo ello en la versión más selectiva y farisaica posible del arcaico noblesse oblige (o lo que es lo mismo, siguiendo el modelo de la fábula del burro y la zanahoria), y sírvase bien bronco y difamatorio en el momento de la caza del zorro (perdón, del votante "con aspiraciones").
Por supuesto (¡solo faltaría!), Nadie admite calificativos de sectario, comunista o progre trasnochado. Vale.
Por supuesto (¡solo faltaría!), Nadie admite calificativos de sectario, comunista o progre trasnochado. Vale.
viernes, 14 de agosto de 2015
autorretrato
después de contemplar el resultado durante horas
(solo interrumpidos por el bosquejo de alguna discusión sibilina y el enojoso relincho de un unicornio estarcido ebrio de protagonismo)
seguían sin ponerse de acuerdo en la cuestión del alma de cuál de los dos, artista o retratado, reflejaba con fidelidad la obra.
jueves, 13 de agosto de 2015
conejo en la chistera
This is confusion, am I confusing you?
(Oasis, "Columbia")
bien, tuviste tu oportunidad, echaste el lazo a tu estrella, aunque ahora solo esperes turno para explicar la hazaña en la barra de algún infierno en blanco y negro. apuras un licor interminable, oteas receloso a tu alrededor, quizá mañana sea otro día, pero hoy tus labios amanecieron empapados de hiel. y te sientes como un conejo atrapado en el fondo de la chistera, preguntándose una y otra vez en qué momento se esfumó la magia.