aun en el instante previo a la mudez, seguía sin comprender el papel que las palabras habían jugado en su estupefacta existencia, incapaz de confirmar si todo aquella barahúnda de verbos, adjetivos, sustantivos y demás vestigios de la casa del ser, desafiando las habituales coordenadas de lo mágico, lo bello, lo turbador, lo mendaz o lo analgésico, se le habían manifestado en su desnuda condición de ...